Centros
En el encuentro de dos puntos, está en el centro el origen de la vida que se pregunta: ¿Por qué estoy aquí? Cae el silencio, me dices que todo debe resarcirse para sonrojarse con el sol naciente, tus sonrisas. ¿Para qué estoy aquí? Viene la lluvia, me gritas que nadie escucha, y si escuchara… ¿Para qué me gritas? Es así, como en el encuentro de dos puntos, las vidas se pierden, llorando por el sol que no tocan, lloviendo por la luna que no miran hasta que una burbuja de vida los hechiza, dejándolos desnudos, libres, confesados… La eternidad en sus ojos.