Sirve al pobre
¿de qué tamaño es tu altar?¿Sirves sólo para ti o para todo
el que con hambre se te acerca?
Si sólo te sirves a ti,
el tamaño de tu mesa no debe exceder tu espacio vital,
pero ¿por qué te empeñas en imaginar comensales
que jamás se sentarían junto a ti?
Dale al pobre lo que en tu altar no cabe
y verás como crece la madera para que
cada hambriento se vuelva parte de tu hogar.
¿Quién es el pobre?
El que añora sentirse amado
y recibe ilusiones.
¿Será tan falsa tu realidad
que crees vives en abundancia
cuando en inanición realmente estas?
Sirve al pobre y verás que al tiempo,
si le sirves, te servirás y tu hogar será
del tamaño de tu generosidad.
Adela dice:
Es muy bueno, te felicito!!