Divina verdad
el templo que nos une a la luz es amando,
el brillo del ojos es el amanecer
mientras al cerrarlos el frío de la noche
se apodera de nuestro caminar.Por mayor esperanza que se tenga al mañana,
no podemos dejarlo al azar,
palpita en nuestro interior
el delirio de ser cielo empapado
del pájaro cantor de la enigmática verdad.
Por mayor sentimentalismo
que se tenga al abrazar el ayer,
no existe la máscara
que nos empotraron en nuestra mirada,
con la muerte se deshacen las cadenas
que nos desfiguraron
para mostrar nuestra belleza universal,
la divina verdad.