Lo que no oías
y que yo esperaba que tú me dijeras.
Todos los días quería oír eso que tú no oías,
como podría si tú no me veías.
Yo no podía ni verte,
por eso no me oirías,
nunca me entenderías,
ni me dirías.
Pero hoy, me dijiste
y entendiste lo que casi quería gritar
y al fin te oí decir lo que no entendías.