Allí, en el corazón y allá
sólo por fuera,
salen esas lágrimas
provocando sólo lástima.
En tu mirada,
en la mía,
ves la verdad,
ese dolor que me hace llorar,
ese brillo que no desaparece por ti.
Como todos los días,
me miro,
la imagen reflejada,
no me veo,
esa dura pena me invade, llorando.
Corazón que me hace suspirar,
ese conocerte miró hacia él,
infinito,
siendo ese dolor,
no desaparece.