Esas
tomando mi alma, entre sus voces confundidas,
hallé ésa.
Esa tenebrosa, esa tímida,
esa locura que brinda silencio a mi mente,
quizá paz.
Pensar en lo duro de esas miradas,
rosas tristes me miran, quieren llorar,
saben la realidad encruzada,
la manera confusa de los reyes del bosque.
Tan falsas sus miradas,
tan seguro su abrazo,
tan intensas sus voces,
llegan a conquistar,
mintiendo en la noche,
hablando en el día,
soñado con mi alma,
muerte es su mira,
sólo conoce la verdad,
pero calla, callan para matar.