Será que alguna vez lo logré
te lloré mi alma,
no cabían
en mis poros
tu voz,
dejaste en el buró
la despedida,
tarde la vi,
desecha estaba ya.
Rota en el ayer,
comenté por última vez,
¿Seré el libro cerrado,
clausurado por un error?
¿Seré el árbol deshojado
enamorado
del rozar
del viento?
¿Serás tú
hablando en mí?
En esta noche deshabitada,
el trastear
dejó de tener
mi voluntad
y dejando
la historia de lado
pretendo
recoger la despedida,
arrojarla en el cielo
perdonando
el dolor punzante,
atacante
de mi sanidad.
Por instantes,
lo logré,
arrojé el pasado
y tomé el hoy
a mi sangre,
latiendo,
a veces volviendo,
me despido del tiempo.