Del pétalo caído
me comprometí a un amor callado,
silenciado por el miedo a elucidar
el alma en los ríos partidos,
envueltos de mi pronunciar.
El toque enmarcado
trataba de enmendar el pétalo perforado,
todos aquellos luchando por subsistir
con el sol en puesta y lágrimas en el ocaso,
no se conoce el silencio enmarcado,
protegido por el cielo compartido.
Vendría el día desolado,
cuando el silencio marchitaría,
formaría el cuento retocado,
aislado por los tiempos mendigados,
con este latir hiriente,
creyendo en una mentira diluida,
con un abrazo facineroso
entre tanto desolado amor.