Agua salada
mi alma caminaba esperando encontrar
algún traunsente que mirara mis lágrimas
y me dijera que todo estaría bien.¿Por qué no sucedió?
¿Por qué cuando camino
ignoro al que llora
y me convierto
en el agua salada de su lamento?
Parece ser que estamos enfermos
de tristeza y desesperación,
tanto que no podemos mirar
al otro que sufre,
es demasiada nuestra desolación.
Quisiera que el reloj se parara,
cesaran las prisas
y hubieran momentos de comunión,
entre los que caminan, los que sueñan,
los que sufren, los que ríen, los que aman
para enseñarle al otro quienes son…
Pero… El tiempo es tan valioso
que aún… no se sabe…
cómo gastar.
Caminaba… Lento, suave, casi flotando
como si el suelo fuera el cielo
y mis lágrimas lluvia de mi arcoiris…
¿Por qué?
Por primera vez, sentía las lágrimas ajenas como propias,
entendía el sufrimiento innecesario que el mundo profesa,
entendía que todos quieren ser felices,
pero nadie se detiene para mirar al sufrimiento del otro.
¿Qué pasaría si lo hiciera?
Mi vida dejaría de ser lamento,
se volvía milagro,
se desatarían las oportunidades
que se niegan por no querer soltar
el amor puro hacia uno mismo
y así hacia los demás.
Ama sobre todas las cosas a tu amor
más que a tus ojos, lengua y oídos
para poderte amar a ti mismo,
tu alrededor.