Canto sobre llanto
Nuestra alma se desborda por ver los sucesos de violencia y censura que hoy tocan día a día. Les recuerdo que sobre todo en estos momentos de sufrimiento extremo es cuando hay que redoblar nuestro esfuerzo de amor. Dicen algunos que la solución es más violencia, pero les recuerdo que la historia nos ha enseñado que el miedo sólo trae más agresión. Peor aún, este miedo crea un deseo de control que se desata y puede culminar en una dictadura o un estado militar. A veces, la dictadura es sigilosa pero su esfuerzo en crear más miedo es constante. Así es como reconoces al que te quiere opresar, entre más miedo se quiere generar, hay menos expresión del amor incondicional y entre más amor, menos miedo. Pero, ¿cómo evitar la violencia de fondo si todo lo que nos rodea es inseguridad? Quizá se trata de poco a poco, uno a uno, reconocer (sin importar la ideología, filosofía o religión) la verdad del amor que ilumina desde el interior al exterior. El primer paso es observarse a uno mismo más allá de lo que se nos dice día a día que es la verdad a través de los medios de comunicación e inclusive la cultura. Al final, esa consciencia nos dará la transparencia necesaria para reconocer la diferencia que se siente en el interior del ser cuando uno siente paz y cuando uno siente ansiedad. Al observarse, se puede llegar a sentir ese amor que no conoce miedo. Ese amor representa algo más trascendente que una democracia, representa una capacidad de empatía que rompe con la caja que nos mantiene en opresión independientemente del contrato social. Por eso, les convoco a través de este poema, a que luchen por ser rectos y amorosos, honestos y dedicados, honrados y generosos, y es más, a que encuentren en su alma al amor que luminoso evaporizará a la agresión primero en su interior, y así, se conquistará de amor incondicional hasta abrazar al universo que somos.
El lamento de una madrugada vacía penetra la humedad de una madera insensible corroída por la corrupción. Llanto sobre canto. No dejes que la impotencia domine tu ser, suelta al control y reacciona con amor. Canto sobre llanto. Que la balada que suene sea la del ángel, en cuyo baile místico se encuentra un tesoro al vislumbrar a la verdad de frente sin mente, sin miedo, con amor. ¡Abre tu corazón al espejo volteado al interior y contempla! ¿Qué ves? Responsabilidad, generosidad, libertad, sí, al amor mismo, tú. ¿Realmente quieres verlo? Llanto sobre canto, canto sobre llanto; las notas son amor.