Cayendo la oscuridad
encuentro vida
donde la muerte cautiva.
Quizá muera
cuando la luna decida
caer hasta el mar.
Miré el cielo varias veces
hasta el día que encontré en suaves ojos
todo lo que buscaba.
Nunca se marchitó,
sólo conoció el dueño
de las cadenas delgadas
cubriendo el alma
de los tristes soñadores.
Viendo las estrellas
conocí la fuente de tantas palabras,
marinadas en amor,
triste la forma
en que, a veces,
se pierde el domino
a causa de esta soledad,
en que, a veces,
se logra ver el sol
perdiendo tenebrosidad.