Cuando fuiste infiel
el tumulto de varias vidas
se entrelazan
en un ritmo infinito,
detrás de sus ojos,
se oye el piano aconsejado,
con palabras delicadas
transforman a aquel.
Una noche infiel fui a encontrar,
en sabanas rítmicas,
tan llenas de soledad,
lo sé,
fuiste infiel con la estrella callada,
dominaste mis ojos
creando en mis cielos
el eterno suplicio al desconocer.
Dedícame estas ultimas palabras,
crimen desahogado de toda mi vida,
no fuiste capaz de caminar en tanta melancolía.
Mirando al tiempo pasar,
sigilosas sus esperanzas,
las miran,
espectadores constantes del rítmico caminar,
termina poco a poco el baile,
sin cesar la canción,
el tiempo los alcanza,
cerró.