El loco y su teatro
Lina Ru
El loco y su teatro
El juego del dolor se manifiesta al caer en el teatro del manipulador. ¿Quién es el actor? Todo el que desea hace de su acto una irreverente presentación. Limpia su espada vocal. Está presente para crear [la idea de] la víctima y ataca. No hay drama si no existe el manipulado. Conciencia erradica al juego. No hay juego donde sólo hay un actor. Le llaman monólogo, el loco que pretende otros lo escuchan. ¿Observas que alimentas el chantaje al ceder a su violenta presentación? Si gritas que: ¡Soy la víctima! Ya que toda victima está en su estelar actuación. Eres el payaso en pleno acto al considerarte el mártir. Eres el loco si nadie juega contigo. ¿Quieres actuar? Prepárate para sufrir, el actor se retirará tan pronto deje de desear lo que tienes tú, lo que quiere para él. Lo obtendrá porque estás jugando y en una de esas saldrás perdiendo. Y ahora, tú serás el loco que llora lo que no tiene y se merece tener.
Si no quieres ser parte de este juego enfermizo que como patrón destruye relaciones sociales en su fondo, entonces no juegues el papel de la víctima. El victimario siempre se considera la víctima para justificar su conciencia de cualquier acto manipulador. Si tú cedes al victimario y te conviertes en la víctima, entonces pronto serás el victimario. Es ridículo pensar que una víctima siempre será la mártir porque una vez que la víctima sienta poder hará lo que el otro hizo por enseñarle como manipular. No existe esa idea de ser mártir o víctima, es una justificación mental para dejarse ser manipulado y así manipular también. Todo este estilo de juego enfermizo es violencia, ya sea moral o psicológica que llega al punto físico si no se le pone un alto en algún momento. Por eso, la sociedad es violenta. Vive en sus estructuras familiares una violencia terrible que no se erradica porque no existe la conciencia de observar sus propias conductas y de las personas que supuestamente «aman». No te aman realmente porque el amor no se condiciona a lo que das o no das. Esta enfermedad no es amor, es una ilusión para nutrir y justificar actos violentos. ¿Eres parte de una familia con esos patrones? Si no puedes dialogar por el grado absurdo y testarudez del actor porque entre más tiempo el manipulador o víctima ha jugado ese papel, más difícil es que lo comprenda y cambie. Entonces, aléjate de raíz. No para manipular de lejos que puede ser tentador por los patrones que uno aprende subconscientemente. Aléjate para no jugar más, pero no olvides de observar a tus deseos puesto en ellos se construye el teatro. Y así consciente y observando constantemente tus deseos y patrones, estará el loco buscando una nueva «víctima», pero al menos, tú si aprendes a reconocer el patrón, serás libre…
Raúl dice:
Mas que un poema lo veo como una reflexión a la vida misma,
me ha gustado mucho porque lo tengo en mi familia y es así como lo pones.
GRACIAS.