El mar eres tú
a través de tus brazos,
me arrullan al planeta
de nunca jamás
y duermo en plenitud.
Con tus puentes
haces trazos finos
sobre la línea que divide
la playa de la eternidad.
Me recuerdas al astro
que le hablas al anochecer
para sentir que no estamos solos
en este vasto universo
de papeles confundidos.
Con tus abrazos
haces del campo
un retoño de sabores
que culminan atrapando
al tiempo en cada oleada
para rodearnos de la verdad.
Todos envueltos del mismo aroma
a brisa soleada,
tu mirada en libertad,
abrazados por el mar, tú.