Falsedad de tu amar
no encuentro mi alma ahorcada
Entre lágrimas y lucha torturada.
Partiendo de la serenidad,
me doy cuenta de la ilusión machacada
por el delito callado,
ese fusionando mi espíritu en uno.
La sonrisa se deshabita,
y caigo en el orden lastimado de tu piel,
aunado con el ligero velo que obscurece mi ser.
Fui el camino transitado,
aquel vaciado en los reflejos del sol,
fui la fuente dormida del temblar
en congelada alma.
Poco a poco descubrí,
la desilusión viviente,
la gozante de mis noches derramadas,
esas concedentes de lluvia en mi piel.
Lo sé,
las mentiras nacen en los brazos
de lo creí ser amar,
descubrí el engaño,
en tardes, en relojes marchitados.
No realicé la realidad,
viví lo que no era vida,
un perfume dueño de otro,
un espíritu pendiente,
de una alma que no es mía,
quizá, alguna vez lo fue,
quizá, mentira siempre fue,
o ilusión terminó en el fuego
consumiendo mi alma partida.
Y así, terminó,
lo nunca comenzado,
el llanto deshabitado en un corazón destrozado,
amante y desolado en un mar sin luz,
un abismo rendido, sin ti.