Parece morir
todas las palabras dolidas
no pueden respirar más,
neblina toma rehenes solitarios,
sombras de un mundo sin luz.
Si llorara otra vez,
nadie se dignaría a mirar
aquella que se oculta
entre sombras y neblina.
La tristeza cambia de cara en las noches,
la muerte se aleja por instantes
y dejar ver todo aquello que se pierde
por no saber mirar.
Se entrecruzan sentidos perdidos,
todo se vuelve siniestro,
el crimen de lo perdido en la obscuridad
aclama su deseo de revivir,
sentir alguna vez
las voces de la neblina en su piel,
sin saber si merece vivir.