Por no sentir al sol
¿Qué sucede durante una tempestad que pareciere que no nutre sino sólo destruye? En tiempos de tormenta que agobia, nos pudiéramos preguntar el por qué a tal angustia. La razón detrás la ansiedad es la expectativa, lo desconocido y nuestra inhabilidad de controlar lo que nos rodea. ¿Cómo liberarnos de esa prisión que sofoca? No hay solución ignorando a la ansiedad, en vez sólo queda mirarla de frente hasta que se aprenda a sentir el sol.
Llueven llaves que no abren * el observar, llegan llamas que nos atan al pasado, añoran lluvias que abran al hoy, añejas llaves sólo arden cuando no doy, tantas llamas sólo ahogan, cambian lo que soy, tantas lluvias sólo avisan * * * que si llamas a la lluvia y la llanura arde, * * * lo que lloverá será la llave que no abre * * * por no saber sentir al sol.
La solución no se encuentra ignorando o mitigando a la angustia, sino se encuentra al mirarla de frente hasta que se sienta al sol.
Y así, la sombra se disipa porque cuando sientes al sol puedes ver lo que antes en el miedo se escondía.