Sonrisas solitarias
hallé las miradas
de tu dulce amanecer,
sabía no había manera de fallar.
Tomé los caminos
como míos,
las noches
como tuyas,
me desvanecí en el tiempo.
¿Dónde radica el tiempo
Asechado por la amargura?
Palabras infieles
fueron encontradas
en risas dolorosas de clavel.
Más allá de la eternidad,
no bastó cuanto lloraba
en mi soledad,
nunca encontraría la risa
en ríos menguantes de sabiduría.
Las palabras
que brotan del alma
llenan lo que no tiene vida,
pero nunca alumbran
el radiante deseo de felicidad.