Triste conocer
I
No te conocí en el tiempo de nuestro caminar,
subí al cielo
y decidí no callar,
Las palabras vivieron
Donde no había voz.
Sin transitar más
en los caminos del ayer,
me fugo en el olvido,
Con las aves que sueñan con vivir.
Los ruidos dejaban de fabricarse,
en el silencio profesado
por almas confundidas,
En el aire espumoso.
II
Si, de vez en cuando lloro,
de vez en cuando recuerdo,
De vez en cuando parece no existir más.
No quiero regresar a mi pasado,
ya no podría más,
la neblina es densa,
no se ve más allá de mis pies,
Estando donde no hay camino.
III
Se ve lo pastel de toda una vida,
lo suave de la brisa
entre cielos difundidos
En el espesor de la soledad.
IV
Dulces voces
se oyen detrás
De las campanas dolidas.
Los golpes suaves
Derrumban el silencio aterrado.
Vi en el cielo
como las miradas caían,
olvidé el dolor
de tantas voces confundidas,
Olvidamos tantas formas formadas
sin querer,
sin buscar,
Sin encontrar.
V
Las arpas del cielo
conocieron la melodía,
Aquella misma razón
De melancolía falleció.
El funeral,
duro y frío,
conoció a la muerte irreal,
fabricó la luna,
La dulzura de la vida.
Entre sueños y fantasías,
se conoció la palabra cobardía,
galopando por el valle de la vida,
Termina creándose otra vez
el arcoiris olvidado.