Tú, sí, tú
Eres para mí lo que no puede ser,
conocí lo que debí haber conocido,
no pensé que tú eras lo que realmente deseo.
Tocas mi alma cuando sueño contigo,
llamas a mi puerta al mismo tiempo que te digo adiós.
y veo que tu no podrás conocer
lo que realmente es tu vida, la mía,
cambiándola toda, para siempre verte.
Si vieras mi alma, llorarías,
aunque mi sangre no pueda salir,
verías ese dolor como veo mi sangre salir por mi mejilla.