Tus ojos callados
en los ojos callados,
empezando a abrir las palabras,
me envuelves de bombones y flores
del abismo del olvido.
Surges del abismo vaciado,
hablas como si conocieras mi destino,
ese inquieto saber que no es dueño de mi respiro.
Pocas veces encuentro el todo
en caricias bajas y noches aisladas,
quizá el cielo me sonrió por instantes
para dejarme vivir en ti parte de mí.
La noche cayó,
tus ojos entre callados y olvidos
dejaron pendiente en mi ultima sonrisa,
conocí la eterna melancolía y así,
resguardé la ilusión enamorada
y toda parte de mí, incluida en ti.