Mi poesía no dice, sólo habla,
no conoce, sólo expone,
ella vive, no supone,
si no sufriera, no diría,
en ti, poesía,
que no dice lo que quiere,
sino habla lo que siente.
Pasan sobre ti e ignoran,
sobre el yugo, te matan,
no te escuchan
y entonces comienza
todo aquello que no escucharon.
Pasarán sobre ella y quien escuchó,
no estará ahí, en el yugo
donde acarician
las palabras.
Y entonces,
¿Quién será mi poesía?
Verán, este poema es uno de mis favoritos porque dice de forma tan simple lo que mi poesía ha sentido desde que decidí dedicarme a ella. Es difícil ser poeta en una época donde la mercadotecnia dicta lo que uno “debe de querer” ya que la corriente general no lo propone como algo comercial.
A mi gusto personal, es bueno ver que no es algo manchado por el torrente de la avaricia. Aunque por otro lado, los supuestos “intelectuales” dicen lo que ha de considerarse formalmente como poesía y así arruinan lo que verdaderamente debería expresar la poesía por considerar sus formas más importantes que el fondo.
Recuerda la poesía busca lo más sublime y fundamental del ser humano… No caigas en las trampas de esta consciencia colectiva adormecida y generalmente perdida en banalidades.
Vuélvete un personaje lleno de respuestas poéticas,
vuélvete lo que pocos se atreven a ser:
Poeta de corazón que no busca alabanzas, sino esperanzas.
Poeta de frutos que no espera glorias, sino cambios.
Poeta de universos que no desea tributos, sino atestiguar.
No renuncies por más difícil que parece el camino porque es ahí donde encontrarás el verdadero fruto de tu trabajo y serás una voz que nos lleve a un mundo mejor. ¡Y tanto que nos hace falta! ¿No crees?
Si quieres leer más sobre la poesía te recomiendo:
La poética del espacio por Gaston Bachelard y busca libros que te hagan superar tus propios límites y creencias sobre el lenguaje, el pensamiento, el ser y la verdad. Duda y pregunta… Crea tu propia voz. ¡Atrévete a ser y vivir la poesía!
