Sal del laberinto

Tengo prisa, pero ¿a dónde voy?

Dando vueltas voy, mareado voy,
creyendo llegar a ciertas riquezas, 
sólo me engaño si no sé quien soy. 

Corro tanto, pero ¿a dónde voy? 

Así se pasa la vida, creyendo,
construyendo una casa cuya arena
depende del aire en turno, 
                     ¿por qué?

Si no sabes que mareado vas, 
           vueltas das, 
creyendo que eres libre cuando 
lo único que sientes tienes,
                       te ata.

¡Sal del laberinto y ve el jardín que eres!

Sal de tu visión dolida y ve tus rosas,
sal y conviértete en la luz que nos llama
al amor, 
          al amor, 
                        siempre, 
                                   al amor.