Ve y anda en bici
¿Por qué generación tras generación hay quienes se dejan seducir por el poder y su destrucción? ¿Por qué tenemos miedo del que se hace aparentar poderoso? Ese aparente poder no existe, sólo se genera al controlar nuestra conciencia. Si despiertas, ese poder desaparece. Me pregunto si es posible que todos algún día despertemos… Si eso pasará, será gradualmente. Cada vez veremos más hasta que quizá en algún futuro dado ya no haya avaricia ni deseo de poder. Y si es así, quisiera que me contestaras, tú, ser humano del futuro que ya despertó: ¿acaso el cambio se ha logrado porque hemos ido comprendiendo a la esencia del ser? ¿Cuál es la esencia del ser? Esta pregunta sólo tú puedes contestártela hoy para crear ese futuro que va sobre ruedas, pero ¿cómo?
La bicicleta rueda y juega, pero ensombrece y aparece Operativo Bomba, y se nos entrega a la vida como un libro seco, ¡mira qué tan sediento de trascendencia que intentan: quemar las hojas del justo que intimidan: carbonizando lustrados sentimientos. ¿Dónde quedó el refugio del que anhela pero no encuentra? ¿Dónde quedó la luz que libera mientras andamos de zapato en zapato oprimiendo a la verdad, cuna de la libertad? Y así, sin saber que responder, la bicicleta me mira, me ve como si mi cuerpo fuera el antaño mismo, pero no le creo, le miro de regreso, de frente y no cedo, me subo a la bicicleta, confío en mí mismo, no me dejo cautivar por la tiniebla del miedo, la sombra que nos rodea es un criminal sin credo, pero mi rodar es un mirar de fuego, luz es sabiduría. Calles iluminadas por el himno de mis ruedas, que desvanece a la ignorancia fuego tras ruego, alabo alrededor del fuego, ruego tras fuego, viene una fiesta de estrellas fugaces para sublevar a la impotencia porque decidido estoy: No hay regreso, sigo y seguiré rodando, ruego que ruedes, jugando al rodar, ya que tu alegría nos dará la energía para seguir rodando, rueda y que llueva tu estrella que ya llega lo que tanto ruegas, sólo sigue rodando, ve y anda, que tu bicicleta de sabiduría te espera, pegadito a la verdad.
Pareciere que estamos condenados a cometer los mismos errores del pasado. No es así. La tentación de retornar, la nostalgia de un ahora desconocer que antes creímos poseer, nos arrastrará por milenios si no observamos con claridad a nuestro proceder. ¿Cuándo aprenderá el ser humano? ¡Hoy! Hoy un poquito y mañana otro más, una vuelta a la rueda para avanzar un montón más. Y así, rodando llegaremos a la sabiduría que nuestro ser anhela iluminar… Por eso, te pregunto: ¿o te subes a la bicicleta que rueda en luz o te quedarás atrás sin entender lo que eres y el gran potencial que tienes?