El bienquehacer

Me siento perdida 
entre las colinas del ayer y el mañana, 
como si mi cuerpo fuera el mismo mundo 
que me cubre como glaciar o desierto, 
entre cortinas me asomo a un mundo cruel 
cuyo dominio es el provecho, 
¿dónde quedó el camino fiel a la verdad? 

¡Qué es la fidelidad sino 
un signo de amor entre dos! 

Me cubro con el manto del amor 
que se consagra al tener fe en el otro, 
el que me ama y ame con divino calor,
aquel amor desinteresado que traiga el bien
aunque saque retribución como consecuencia 
del bienquehacer.